El desprendimiento de pintura en una superficie es un defecto muy fácil de detectar: se trata de un problema de adherencia pobre entre capas.
· Una deficiente preparación de la superficie.· Superficies o pinturas poco firmes o entizadas.
· Falta de limpieza y lijado de la superficie anterior.
· Incorrecta eliminación de los polvillos de lijado.
· Ausencia o inadecuado empleo de fijadores específicos o la aplicación de éstos sobre superficies húmedas.
· Excesiva cantidad de manos de productos aplicados luego de un largo período de tiempo.
Lo ideal es eliminar por completo las pinturas anteriores en mal estado y reparar, siempre y en forma previa, la presencia de humedad residente.
Si bien pueden realizarse trabajos menores, eliminando sólo el área más comprometida y repararla, es riesgoso ya que no tendríamos la certeza que ante una nueva película de pintura se repita el mismo problema. Por eso sugerimos solucionar los problemas de base y eliminar las pinturas hasta llegar a la superficie de origen.
Madera: lijar la superficie o usar removedor de pintura. Si tu idea es pintar con impregnante, barniz o laca (al agua o al solvente), aplicar una primera mano del producto transparente diluido en la búsqueda de penetración, para luego completar con una segunda mano del producto puro. En terminaciones con color, se empleará fondo blanco para finalizar con esmaltes sintéticos a al agua.
Mampostería: verificar aislación y neutralidad de la superficie, lijar, aplicar los fijadores correspondientes para cada caso y concluir con los productos adecuados.
Hierro: sobre superficies con óxido, eliminarlo y aplicar desoxidante fosfatizante. Seguidamente pintar con antióxido, fondo multipropósito o convertidor de óxido y finalizar con los productos elegidos para la terminación. El empleo de esmaltes multipropósito (Kem Doble y Triple Acción), permite obviar la aplicación de fondos previos.